Hablemos de amor

Amor como frecuencia, como energía (el amor romántico, lo dejamos para otro día).

Frecuencia, vibración específica que trae este sentir. Al igual que una emisora de radio, existen en el universo, y están disponibles en todo momento, en todo espacio. De la misma forma, nos podemos sintonizar con ellas al igual que lo hacemos con una FM

Cuando encontramos este sentir en nuestro interior, cuando podemos sentir esa fuerza, podemos expandirlo a través del latido del corazón, alimentarlo, irradiar.

El Amor es una fuente inagotable de energía. Cuánto más nos disponemos a sentirlo, a que se exprese, crece, se comparte y retroalimenta cada vez que encuentra resonancia donde expresarse. Es tan fuerte que nos puede ayudar a disolver dolorcitos, dificultades o caminar más livianos en lo diario.

Es como el caudal de un río, se va abriendo camino. Va puliendo las piedras a su paso, suavizando sus laderas y llevando a su paso lo que no es firme. Para llegar al océano, y ahí todo vuelve a empezar.

Cura, sana, nos permite ver el mundo de otra manera.

Conociendo esta frecuencia, se nos hace un poquito más fácil empezar a descubrir o re conocer el Amor Incondicional. (Ya hablaremos de ello también)

La frecuencia del Amor, se encuentra bajo el rayo Rosado. Cuando podemos conectar con esta frecuencia espontáneamente, es muy probable que nos encontremos en un estado de plenitud, bienestar y disfrute frente a diferentes situaciones de la vida.

Ahora bien, qué sucede cuando no es espontáneo sintonizarnos a esa frecuencia?

Una de las formas más inmediatas, es recurrir a un recuerdo. Un recuerdo, en el que hayamos sentido el amor. Otra forma, es buscar el sentimiento presente por una persona que amamos. También, puede ser amor a un trabajo, a un proyecto. Amor por lo que hacemos.

Yendo más a lo metafísico, podemos invocar esta frecuencia. Trayendo el sentir hacia el latido del corazón, visualizar que se expande por cada célula de nuestro cuerpo.

Además podemos conectar con Maestros Ascendidos, ángeles o arcángeles que son referentes o guardianes de estas frecuencias. Pedir a nuestros guías que nos ayuden a sintonizar estas frecuencias y así poder anclarlas en nuestro presente.

Y allí podemos ir tomando herramientas, técnicas de meditación, Reiki o actividades similares.

Otra forma muy a mano en estos días, es el uso de cristales. Para la frecuencia del amor, podemos utilizar el cuarzo rosa. Los cristales tienen la particularidad de irradiar frecuencias, entre otras bondades.

Paso a paso. Un día a la vez, ir incorporando nuevos hábitos para vivir de manera más bella y armoniosa.

C.A.

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